Mumbai, la ciudad gris
- Admin
- 17 jul 2017
- 3 Min. de lectura

¿Hawaii, Bombay son dos paraísos? Pues bien, sabemos por experiencia que Hawaii cumple con todos los cánones que un paraíso debe tener, pero no sé que se había fumado Ana Torroja para decir que quería ir a Bombay a darse un baño. Hemos bautizado a Mumbai (Bombay) como la ciudad gris porque es el color que predomina en sus calles. El cielo durante nuestra visita era entre gris y negro. Nuestro hotel (Bentley’s) gracias a un nulo mantenimiento y limpieza, ya no tenía las paredes blancas sino grises. Las calles de ese mismo color, llenas de coches, motos y autobuses que emiten bocanadas de humo negro a su paso. Las aceras fuera de las avenidas son casi impracticables, y las baldosas que lucieron su verdadero color encarnado durante la época del imperio británico han cedido paso a los agujeros negros llenos de agua sucia y al firme irregular que hace que tropieces cada pocos pasos (por ello los locales caminan por la calzada) Incluso caminando por alguna de ellas puedes encontrarte de sopetón allanando la morada de una familia (que vive en la calle bajo una lona) como los pasó a nosotros en una zona rodeada de oficinas y bancos. El “ordenado caos” de tráfico donde los vehículos parecen “bailar pegados” entre sí pero nunca se tocan, acompañado de las miles de veces al día que escucharás el claxon de los coches, motos, motocarros, autobuses y bicicletas; te harán desear marcharte del “paraíso gris” cuanto antes o en su defecto, buscar una vía de escape en la ciudad. Las únicas que encontramos nosotros fueron Oval Garden y Nariman Point. El jardín oval se encuentra frente a la torre del reloj en el campus universitario, uno de los “must see” de la ciudad. En su centro puedes ver algo verde y sentirte un poco libre del agobio del tráfico y de las miles de personas que intentarán venderte algo, timarte, seguirte, engañarte, hablarte… No vimos carteristas, pero sí timadores de todo tipo y en todas partes que intentarán hacerse con tus rupias muy educadamente.

El otro punto donde puedes liberar la mente por un momento es Marina Drive, el paseo marítimo de Colaba. Allí puedes sentarte un rato con las piernas colgando fuera del malecón junto a los estudiantes y trabajadores que van a esa zona a descansar. Incluso los “scammers” parecen dejarte en paz allí. A pesar de tener una vista global del skyline de la ciudad tampoco es un paraíso azul, ya que el mar es de un color entre marrón y gris que me recuerda al del río Ebro. Miles de bolsas y envases de plástico flotan en la bahía, y el olor de la bruma que sale del mar no es para nada el que uno se espera del mismo Océano Índico que baña paraísos como Maldivas (de nuevo me recordaba al Ebro) Es una pena que no haya ninguna medida para evitar que la gente tire de todo al mar, pero viendo a los que viven en una acera bajo un toldo, o a los habitantes de una aldea pesquera que visitamos, puedes llegar a entender que la ecología no es una de sus prioridades.


El olor de la ciudad es otra de las cosas que recordarás cuando hayas abandonado sus calles, especialmente olor a tubo de escape de gasoil y el olor de los WC tanto públicos como de los restaurantes, y es que desde 30m de distancia localizarás sin problemas el retrete más próximo (en los restaurantes suele estar en un piso superior y se accede desde fuera del local, sólo deja que el olor te guíe) No sé si serán las especias lo que produce ese olor en la orina de los Indios o si se solucionaría con un poco de lejía de vez en cuando.
Pero he de decir que no todo todo es gris en Mumbai. Gracias a las mujeres, la ciudad en algunos puntos y momentos se llena de color, por ejemplo en la lavandería donde los saris y los panjabi se secan al viento cual bandera arco iris. Para mí sin duda ellas son la alegría de la ciudad, estimulando tus retinas y “haciéndote sentir menos gris” por un momento. Cuando se acerca el medio día, muchas de ellas salen de casa para comprar o cocinar en la calle, vistiendo el ambiente con sus colores vistosos y aportando calidez y humanidad a esta bestia llamada Mumbai…


1 noche allí te bastará para ver sus monumentos, ser estafado un par de veces y sentir sus olores. Si haces como nosotros que reservamos 3 noches hace mucho tiempo por desconocimiento seguramente te arrepentirás. Y si decides estar una semana, es que te gustan las emociones fuertes… Así es Mumbai y así se lo hemos contado. ¡Hasta la próxima!
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