Maldivas: 3 semanas sin zapatos
En ocasiones cuando sucede algo inesperado o no planeado se disfruta más. Si encima acabas de vivir algunas de las peores experiencias en viaje de tu vida, el deleite para los sentidos será aún mayor.
Nosotros habíamos planeado pasar 2 meses en la India, pero afortunadamente la llegada con fuerza de un frente monzónico nos hizo pensar en un cambio de planes. Empezamos a mirar opciones lejos del monzón e incluso preguntamos por cuanto nos saldría la vuelta a casa, pero pronto vimos la luz y nuestro billete de avión desde Thiruvanantapuran a Malé (vía Colombo) nos costó sólo 54€. No hay mal que por bien no venga… En cualquier caso, lo que está claro es que si visitas India o Sri Lanka y dispones de unos días extra, las Maldivas van a estar ahí esperándote con los brazos abiertos.
SAL DEL RESORT
Maldivas es un país ultra musulmán que se abrió hace pocos años al turismo. Lo componen un montón de islas (sólo una tercera parte habitadas) y un montón de resorts. Si te das una vuelta por booking o similar verás que en algunos de ellos la noche llega a costar 8000€, aunque la media está a partir de 200€. Si te lo puedes permitir no creo que estés leyendo esto… Te encerrarán en un resort paradisíaco y te ofrecerán como excursión la visita a una de las islas locales. Si por el contrario el resort te parece muy caro, te contamos cómo lo hemos hecho nosotros para pasar 3 semanas en el paraíso con poco presupuesto.
Malé es la puerta de entrada a Maldivas. El aeropuerto está en la isla de Hulumale, a 10 minutos en Ferry público de la capital. Los Ferry públicos son baratos y eficientes; nosotros nos hemos movido con ellos por 3 atolones diferentes. Cuando contrates tu estancia en la primera isla, seguramente te ofrezcan un servicio de lancha rápida para llevarte al hotel por un precio que va entre los 40$ y los 80$ por persona (barcotaxi privado e hidroavión por unos 500$) mientras que en el Ferry público un trayecto de 6h nos costó 53 rufillas por persona que son 2,87€ así que como verás merece la pena tardar un poco más. Pronto publicaremos un post dedicado íntegramente a los ferrys, ya que las rutas y horarios pueden parecer un lío.
Una vez en Malé lo mejor es usar las rufillas en lugar de los dólares americanos, ya que los precios son diferentes en función de cómo pagues. Por ejemplo el taxista que nos quería cobrar 5$ por llevarnos al hotel, finalmente nos cobró 50 rufillas que son 3,24$ al cambio. En los hoteles, tiendas, restaurantes… te van a dar el precio en dólares pero si les pides el precio en rufillas te dirán de memoria lo que le cobran a la gente local que siempre va a ser menos.
Si sacas dinero en el cajero, es mejor hacerlo en Bank of India. Bank of Maldivas cobra 100 rufillas fijas de comisión cada vez que saques, mientras que en el otro cajero no te cobran (aunque ojo quizá tu banco sí). En el aeropuerto encontrarás un cajero de cada entidad que aunque quizá dé error la primera o segunda vez, al final te termina dando hasta 2 partidas de 5000 rufillas seguidas. Conviene sacar en Malé puesto que en muchas islas no hay cajero y si lo hay es del banco Maldivo con su correspondiente comisión abusiva (y eso cuando quiere funcionar con las tarjetas extranjeras). Luego os contaremos una historia al respecto de esto último.
Si vas a hacer noche en la capital y quieres alejarte un poco del ruido de las miles de motos que circulan a todas horas, te recomendamos que reserves tu hotel en la cercana isla de Vilingili (Ferry publico desde el puerto de Vilingili en Male por 3,50 rufillas y sale cada 10 minutos). En está isla residencial no hay vehículos a gasolina, sólo eléctricos. Está dotada con todos los servicios y se respira tranquilidad. Además los ferrys entre atolones que nosotros visitamos salían del puerto de Vilingili y no del puerto cercano al aeropuerto.
¿QUÉ ISLA ELIJO?
Si miras información de Maldivas por Internet es posible que como a nosotros te entren dudas sobre a qué isla ir. Por suerte es muy difícil que te equivoques y la isla visitada termine por no gustarte: cada una tiene sus atractivos y todas tienen playas increíbles de arena blanca. Sólo tienes que asegurarte de que tenga una “bikini beach”, ya que de lo contrario tendrás que tomar el sol y bañarte con ropa. Fíjate también que tu alojamiento tenga préstamo gratuito del equipo de snorquel y si puedes llévate el tuyo propio de casa porque lo vas a utilizar en cualquier isla a la que viajes.
De cualquier manera cuando salgas de la capital y su periferia sabrás porqué hemos titulado así el post… Y es que las calles en las islas no están asfaltadas: el suelo de arena blanca te permitirá recorrerlas en chancletas o incluso descalzo, haciéndote sentir aún más libre y felíz. 😎
