Goa, una experiencia religiosa
- Martín
- 18 ago 2017
- 5 Min. de lectura

(Foto: Los atardeceres en Goa son espectaculares)
Habíamos leído que Goa era un lugar muy diferente dentro de la India, un paraíso de playas tropicales y vegetación donde en esta época acuden sobre todo los indios del norte buscando playa y fiesta. Pues bien, después de pasar 1 semana allí podemos afirmar que Goa es un oasis en el desierto de "Basurindia", un lugar donde se aprecia claramente la influencia de los colonos portugueses y donde el cristianismo es la religión mayoritaria (incluso en esto es diferente). Cuando planeamos ir a India, enseguida vino a mí la idea de visitar Goa. Y no sólo por las playas sino también porque es el lugar en el que está enterrado el patrón de Navarra, nuestro patrón, San Francisco Javier y su "corpus incorruptus" (su cuerpo se mantiene íntegro sin descomponerse desde 1552). Este año hicimos la Javierada juntos desde Pamplona y decidimos llevarle al patrón nuestra cruz conmemorativa y la bandera de Navarra. Con esa idea llegamos a Goa en vuelo desde Mumbai por 20€.

(Foto: llegando a Goa)
Primero paramos en Calangute, que viene a ser el epicentro turístico de la región y de la fiesta (aunque nosotros no probamos esa faceta). Ya nada más coger el taxi que nos llevó al hotel (prepaid taxi 1050Rs) notamos algo diferente: las aceras están limpias, no hay basura tirada por todas partes y la carretera está mucho mejor mantenida que en el Rajasthan. Otra novedad es que la zona está dotada de todos los servicios, incluso se puede comprar cerveza a buen precio (Kingfisher 70Rs 66Cl). En las tiendas próximas al acceso central de la playa es cuando de verdad notamos un cambio abismal en la manera de actuar de los vendedores, ya que no existía el acoso tan terrible que habíamos sufrido hasta ahora en las otras regiones. Al fin pudimos pasear tranquilos, pararnos en alguna tienda a mirar algo sin sentirnos abordados o estafados e incluso nos animamos a comprar algo de ropa (ya que la nuestra está adquiriendo un color que difícilmente recuperaremos sin la ayuda de una lavadora o una madre experta).
Aunque las playas no son como las que aparecen en las fotos, al menos en esta época de monzón, es agradable pasear por la orilla y contemplar las espectaculares puestas de sol. La temperatura es agradable todo el año.

(Foto: Playa de Calangute)
Si quieres darte un chapuzón, te recomendamos que elijas un hotel con una buena piscina, ya que el mar estuvo picado todos los días, el agua era verde oscuro y había olas grandes. En la playa de Dona Paula nos dio un vuelco el corazón cuando, paseando por la grandísima playa donde los pescadores estaban descargando sardinas y los niños jugaban a fútbol, vimos varias serpientes en la arena (vivas y muertas). Eso nos animó aún más a no entrar en el agua... y disfrutar de la piscina.

(Foto: pescadores en la playa grande de Dona Paula)

(Foto: Pequeña playa en Dona Paula)

(Foto: Playa grande 🐍 de Dona Paula)
Al haber bastante turismo te será fácil encontrar buenas ofertas de hoteles, así que hecha mano de booking y compara. Nosotros pasamos 2 noches en Calangute, 2 en Dona Paula y otras 2 en Colva Beach a unos 20€ de media por noche con desayuno.
Pensamos hacer la ruta por Goa de norte a sur para finalmente coger un tren en Madgaon y bajar hacia Kerala el último día. Dejando atrás el bullicio de Calangute, hay pueblos más tranquilos con playas de pescadores donde sí que hay algo de basura, pero ni punto de comparación con el norte de India. En Dona Paula nos alojamos en el hotel Hawaii, modesto pero limpio y con buen desayuno. Elegimos este pueblo por su proximidad con Old Goa donde está el corpus incorruptus.
En Colva beach la playa nos pareció más "de postal" que en Calangute, aunque el agua seguía dando miedito. La puesta de sol, espectacular... Nos alojamos en el hotel Longinhos, buen precio, buena piscina y a pie de playa. Desde allí el último día cogimos el bus a Madgaon donde tras ir al cine para hacer hora, nos metimos en un tren 19h rumbo a Thiruvanantapuran, pero eso ya es otra historia...
Sunset at Colva Beach (Ver el vídeo)

(Foto: Isa en Colva Beach al atardecer)
Otra razón para acercarse a esta región es la gastronomía, que combina las especias indias con recetas tradicionales portuguesas, consiguiendo platos deliciosos con un toque diferente. Esta es zona de pescado y marisco fresco, así que ya sabéis que pedir en el restaurante. Suele haber buenos precios salvo en los pescados a la parrilla que suben un poco más. Por ejemplo un curry de pescado cuesta unas 300Rs y llena bastante.
En la foto, lo que más nos gustó: Prawns fry Goan Style (langostinos empanados con especias)

Muévete en Bus por Goa Para llegar a Dona Paula, Colva o cualquier pueblo de Goa os recomendamos el bus, que os costará entre 10 y 12Rs por trayecto corto y entre 20 y 40Rs el largo y es sorprendentemente fácil de tomar: ¡Llegas, preguntas y te indican bien a la primera! Algo impensable en el norte con los scammers a la caza, donde te dirían que ya no existe el bus y tienes que ir en su tuk tuk...

(Foto: interior del bus a Old Goa)
De Calangute hay que bajar a Panaji y luego allí podréis enlazar con Dona Paula, Old Goa, Vasco de Gama, Colva, aeropuerto... Salen autobuses cada 15 minutos a todas partes y por 1 décima parte de lo que cuesta el taxi. ¡¡Viva el bus de Goa!! Son viejos y ruidosos, cuando paran hace mucho calor, pero por precio y convivencia local merecen la pena.
Si puedes entra pronto en el bus para pillar sitio sentado, porque sino irás de pie todo el camino rodeado de indios sudorosos.

(Foto: Bus a Colva Beach)

(Foto: Bus a Panaji)
LA VISITA A OLD GOA Y SAN FRANCISCO JAVIER De Dona Paula cogimos el bus a Panaji y de allí a Old Goa. El recinto de Old Goa está tan cuidado como el Taj Mahal y engloba el museo, la catedral de San Francisco de Asís, y la iglesia del Bon Jesús, donde está San Francisco Javier.

(Foto: Catedral de San Francisco de Asís)

(Foto: Iglesia del Bon Jesús)
Tras visitar las 2 primeras entramos al Bon Jesús donde nos sorprendió la cantidad de turistas indios que había. En una pequeña capilla en la nave lateral se encuentra el cuerpo del Santo. Nos acercamos con la cruz y la bandera y le explicamos a un amable señor de seguridad de donde veníamos y nuestras intenciones. Haciendo una excepción nos permitió hacernos unas fotos junto al sarcófago y nos comentó que si esperábamos un poco podríamos dejarle la cruz al sacerdote.

(Foto: Junto al sarcófago del santo. Promesa cumplida)
Y así fue, tras la misa el Father Patricio estuvo con nosotros y recibió muy gustoso el obsequio que le llevamos desde el castillo de Javier (además era su cumpleaños, qué casualidad) Nos enseñó la zona del antiguo convento y nos invitó a merendar unas samosas y un Chai. Charlamos amigablemente un par de horas, donde nos dijo que nos iba a poner como ejemplo ante su parroquia, por peregrinar hasta allí. No somos súper católicos practicantes pero nos gustó mucho la experiencia y siempre hemos tenido especial cariño y devoción por nuestro patrón. ¡Promesa cumplida!

(Foto: Con el Father Patricio)
Por esto y mucho más diremos que Goa ha sido una experiencia religiosa.
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